Ya no existe la planeación en México con la ausencia de un adecuado Plan Nacional de Desarrollo. Con los anuncios del plan de acción del sexenio, el panorama de la arquitectura y la construcción en México enfrentará enormes retos debido a la falta de recursos para la inversión pública, el rezago en infraestructura urbana primaria, la falta de división de poderes, el control del narco y la creciente inseguridad. Como profesional del sector privado, he experimentado cómo estas barreras afectan directamente nuestra capacidad de proyectar y ejecutar obras, limitando el potencial de crecimiento que deberíamos desarrollar en un sistema nacional de planeación democrática normal. En este artículo reflexiono sobre cómo el contexto político y económico impacta nuestra labor y propongo soluciones desde el ámbito privado para nuestra labor como arquitectos.
Análisis coyuntural
La falta de inversión pública y las políticas espontáneas del Estado han tenido un impacto directo en la construcción y en la planeación urbana de México, principalmente por su desobediencia constitucional y su tendencia hacia la militarización. Proyectos como el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se han promovido como impulsores de desarrollo, pero en la práctica han dejado a muchas regiones en un estado de abandono, desviando recursos esenciales que podrían haberse utilizado en atender el rezago habitacional, que alcanza los 12 millones de viviendas en todo el país. Aunque las cifras oficiales hasta 2018 mencionan un déficit de 10 millones de viviendas, la realidad es que la falta de continuidad en las políticas públicas ha empeorado la situación (1).
A pesar del déficit de vivienda en México que ha sido un tema recurrente en las últimas décadas, en los últimos años ha alcanzado proporciones críticas, y recientemente se publicó la promesa para construir un millón de viviendas en los siguientes seis años, sin explicar instrumentación, financiamiento y dosificación en el país, lo cual agrava el pronóstico (2), ya que en el año 2008 el Estado se propuso un millón de viviendas al año, sumando en 2012, 7 millones de acciones de vivienda. Esto se suma a la alta inflación, la cual ha encarecido los materiales de construcción, reduciendo aún más el acceso a nuevas viviendas por parte de la clase media y baja.
Aun cuando el gobierno no ofrece soluciones claras para resolver estos problemas, como arquitectos y profesionales del sector privado, debemos buscar nuevas formas de generar desarrollo. No podemos depender de que el sector público haga todo; somos nosotros quienes debemos asumir la responsabilidad de construir las bases del crecimiento a través de propuestas que impulsen la sostenibilidad y el progreso de México.
Continuidad del gobierno
Las políticas presidencialistas de la administración anterior han privilegiado proyectos de gran escala, ignorando las necesidades urgentes de las ciudades y comunidades que más lo requieren. El Tren Maya, que ha devastado ecosistemas milenarios en el sureste del país donde se talaron millones de árboles y afectaron el sistema hídrico, y el AIFA, que carece de una conectividad adecuada, desecando la laguna de Zumpango y sigue sin generar el impacto económico esperado, son ejemplos de decisiones que no responden a una visión a largo plazo de desarrollo urbano (1). La continuidad no solo genera un crecimiento desigual en el país, sino que además profundiza las diferencias entre las áreas metropolitanas y las zonas rurales. Mientras que ciudades como Monterrey y Guadalajara experimentan un auge en proyectos inmobiliarios gracias a la llegada de inversiones extranjeras, otras regiones, particularmente aquellas controladas por el crimen organizado, permanecen en el olvido.
El cambio climático es otro aspecto que el gobierno actual ha ignorado en su agenda. Los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes e inundaciones, están afectando cada vez más al país. Sin embargo, la administración de Morena no ha implementado políticas que impulsen una construcción resiliente y adaptable a estos nuevos desafíos.
En el nuevo sexenio, en lugar de enfocarse en proyectos que realmente puedan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el gobierno ha dejado de lado aspectos cruciales como la inversión en infraestructura urbana primaria y un serio programa de vivienda social alentando la inequidad en el desarrollo de las ciudades y áreas rurales. Como ciudadanos y profesionales del sector privado, tenemos la capacidad de trabajar en soluciones que generen un impacto real y duradero, sin esperar a que las instituciones gubernamentales tomen la iniciativa, pero solo de forma limitada.
Sector de la construcción
El sector de la construcción, históricamente uno de los pilares de la economía mexicana, enfrenta actualmente múltiples desafíos. La falta de inversión, la sobrerregulación y la presión fiscal en esta industria, especialmente sobre los arquitectos recién egresados, han impactado negativamente en su desarrollo, siendo responsable de aproximadamente el 37% de las emisiones globales de carbono, sin que se observen avances significativos en la reducción de este impacto ambiental.
La inseguridad prevalente del narco en diversas regiones del país desde la última década ha generado condiciones adversas para el desarrollo de proyectos, afectando significativamente la planificación, ejecución y costos de las obras. Paralelamente, la adopción de materiales sostenibles y tecnologías eficientes se ve obstaculizada por factores económicos. Las empresas constructoras, al operar con presupuestos ajustados y con presiones fiscales que las limitan, carecen de incentivos suficientes para implementar prácticas ecológicas costosas.
A esto se suma la problemática del financiamiento para vivienda, con la presencia de créditos hipotecarios caros y poco accesibles que reducen la demanda de nuevas construcciones, siendo la autoconstrucción la principal vía de acceso a la vivienda, generando problemas a largo plazo en seguridad estructural y calidad urbana.
A pesar de estos obstáculos, los arquitectos tenemos el potencial de impulsar el cambio promoviendo proyectos sostenibles que utilicen tecnologías innovadoras y materiales respetuosos con el medio ambiente. Como profesionales del diseño y el urbanismo, es crucial adaptarnos a estas nuevas demandas para garantizar ciudades resilientes y sostenibles, explorando nuevas empresas que utilicen materiales tradicionales en economías circulares locales.
Sector de la arquitectura
Los arquitectos sentimos que no hay clientes y nos enfrentamos a un mercado cada vez más competitivo, donde la creatividad y la innovación tecnológica juegan un papel esencial, pero la falta de apoyo del sector público, una economía familiar débil que no genera inversión, junto con las barreras regulatorias, ha limitado nuestra capacidad para desarrollar proyectos que respondan a las necesidades reales del país.
El cambio climático y la creciente frecuencia de desastres naturales coinciden con la destrucción de ecosistemas en el sureste del país y exigen un replanteamiento de la forma en que diseñamos y construimos nuestras ciudades. Los arquitectos debemos liderar esta transformación hacia una arquitectura sostenible y resiliente, que no solo reduzca el impacto ambiental de nuestros proyectos, sino que también responda a las nuevas realidades climáticas y sociales del país.
La inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes ofrecen oportunidades para mejorar la eficiencia de nuestros proyectos, pero también plantean desafíos en cuanto a la pérdida de creatividad y el valor de la experiencia humana, especialmente cuando recién egresados sin experiencia tienen la expectativa de resolverles su trabajo. En mi práctica he aprendido que es necesario encontrar un equilibrio entre la adopción de estas herramientas y la preservación de la esencia creativa que nos define como arquitectos, tratando de utilizar la IA como un medio complementario de generación de contenido.
El sector de la construcción y arquitectura en México
Esta situación demanda una respuesta integral que involucre al sector privado, gobierno y comunidades para fomentar un entorno más seguro y propicio para la innovación sostenible en la construcción.
Propuestas desde el sector privado
Como arquitecto comparto las siguientes propuestas que pueden ayudar a colegas para reactivar el sector de la construcción en México y deseo que en el sector mejore la eficiencia y sostenibilidad para crear nuevos y mejores proyectos, empoderando principalmente a los jóvenes para que se conviertan en protagonistas en el desarrollo del país, evitando ser parte del clientelismo político del gobierno y vivir de sus subsidios.
Construcción sostenible. No debiendo estar limitada a grandes conjuntos urbanos; también podemos implementar en proyectos de menor escala utilizando materiales locales y técnicas de bajo impacto ambiental, promoviendo el uso de materiales reciclados y tecnologías sostenibles en todos nuestros proyectos.
Autoconstrucción con asesoría técnica. En Oaxaca, el programa "Vivienda Rural Sostenible" que propuso la UNAM ha demostrado que las comunidades pueden desarrollar viviendas seguras y eficientes (4). En algunas zonas rurales y periurbanas, la autoconstrucción es una realidad, aunque no debe significar construcciones de baja calidad, y la propuesta es que los arquitectos ofrezcamos asesoría técnica accesible para garantizar que estas viviendas sean seguras, duraderas y sostenibles, proporcionando conocimientos esenciales sobre diseño y técnicas constructivas, principalmente a comunidades vulnerables al cambio climático.
Rehabilitación de viviendas existentes. El rezago habitacional no solo debe ser atendido con nuevas construcciones, o con ocurrencias mediocres (2). Propongo que nos enfoquemos en la rehabilitación de viviendas deterioradas y conjuntos urbanos abandonados para convertirlas en opciones habitacionales viables para generar empleo en el sector de la construcción mejorando la calidad de vida de los habitantes.
Aprendizaje continuo sobre diseño bioclimático. Los arquitectos debemos implementar principios de diseño bioclimático que optimicen el uso de los recursos naturales, reduciendo el consumo energético en las edificaciones, aprovechando las condiciones climáticas locales para mejorar la eficiencia térmica y el confort de los habitantes.
Economía circular en la construcción. Implica la reutilización de materiales existentes en remodelaciones y minimizando los desechos en general para contribuir al medio ambiente, ofreciendo una ventaja competitiva al reducir los costos de construcción a largo plazo.
Mentoría para jóvenes arquitectos. Es fundamental que los arquitectos con más experiencia tomemos un papel activo en la formación y mentoría de las nuevas generaciones, especialmente porque los recién egresados no cuentan con un modelo a seguir y en la actualidad no existen figuras líderes que muestren a nuestra profesión como un modo propio de generar riqueza. Propongo crear programas donde los jóvenes arquitectos puedan aprender sobre tecnologías emergentes, construcción verde, paisajismo, sostenibilidad, diseño, inteligencia artificial, urbanismo, marketing y gestión de proyectos.
Consideraciones finales
El desarrollo de nuestro país no depende exclusivamente del gobierno; es nuestra responsabilidad como ciudadanos y profesionales trabajar por un futuro más honesto, justo, sostenible y próspero. El sector de la arquitectura y la construcción en México enfrenta barreras considerables, pero como arquitectos, tenemos el poder de influir en el cambio.
Los arquitectos debemos fortalecer nuestra resiliencia, debemos adaptarnos, innovar y colaborar entre nosotros para crear ciudades que no solo sean funcionales, sino que también reflejen los valores de equidad, sostenibilidad y preparación al cambio climático. Como arquitecto y urbanista, mi objetivo es contribuir al crecimiento de México a través de propuestas que respondan a los desafíos actuales y abran oportunidades para las generaciones futuras, contáctame si necesitas un mentor.
Referencias:
1. World Economic Forum. (2024). The building sector is key to the fight against climate change. https://www.weforum.org/agenda/2024/06/building-sector-climate-change-construction-materials/ (consultado el 9 de octubre de 2024).
2. Diario la Crónica. https://www.cronica.com.mx/nacional/millon-viviendas-nuevo-programa-gobierno-mexico.html (consultado el 10 de octubre de 2024).
3. McKinsey & Company. (2017). Reinventing construction through a productivity revolution. https://www.mckinsey.com/industries/engineering-construction-and-building-materials/our-insights/reinventing-construction-through-a-productivity-revolution (consultado el 9 de octubre de 2024).
4. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Laboratorio de vivienda de la Facultad de Arquitectura. (2012). Programa Vivienda Rural Sostenible. https://www.escenarios.muca.unam.mx/index.php/nos-hacemos-grandes/programa-de-vivienda-rural-sustentable/ (consultado el 9 de octubre de 2024).
Lecturas recomendadas:
• Bjarke Ingels Group. (2020). Project: The Plus. https://big.dk/projects/the-plus-3837 (consultado el 9 de octubre de 2024).
• Futurist Architecture (2024). The Future of Architecture Education: Trends, Innovations, and Opportunities for the Next Generation. https://www.aia.org (consultado el 9 de octubre de 2024).
• Grand View Research. (2020). Green Building Materials Market Size, Share & Trend Analysis Report By Product, By Application (Framing, Insulation, Roofing, Exterior Siding, Interior Finishing), And Segment Forecasts, 2012 - 2022. https://www.grandviewresearch.com/industry-analysis/green-building-materials-market (consultado el 9 de octubre de 2024).
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